T&T Coaching

Asertividad, establecer límites y decir que no sin perder la confianza, what else?

Las habilidades sociales influyen en todas las facetas de nuestra vida. Cuando somos asertivas, entendemos que los derechos de las demás personas están a la misma altura que los nuestros. Y desde ahí, nos atrevemos a comunicarnos de una forma amable, directa y sin rodeos. Por ello, entrenar nuestra capacidad para ser asertivas será el aperitivo de un viaje que pasará por entrenar nuestra capacidad para establecer límites, dejar la culpa en barbecho, desechar viejas creencias, adquirir seguridad y empezar a dejar de prodigarse, ¿comenzamos?

¿Por qué nos cuesta establecer límites para decir que no en algunas ocasiones?

La prima hermana de la asertividad es la confianza. Si no hay confianza o autoestima difícilmente habrá una respuesta asertiva.

El arte de la estrategia profesional y de la negociación guarda una relación más que directa con nuestra capacidad asertiva y nuestra autoconfianza. 

Este factor influye en nuestra capacidad para establecer límites y hace que en algunas ocasiones nos resulte más complicado negarnos a peticiones de otras personas. Por ejemplo, esto sucede cuando:

  • Priorizamos las necesidades de los demás sobre las nuestras, y nos llegamos a sentir culpables si decimos que no ante una petición de otra persona, antes de valorar objetivamente la situación.

“Ya se que habíamos quedado mañana pero ¿te importa quedarte esta tarde para terminar el proyecto?”

Piensas: “tengo pilates… pero es más importante el proyecto” 

Dices: “Bueno, si crees que es mejor terminarlo hoy”

Y en el centro, se han quedado tu valioso tiempo, tus ganas, tu autocuidado, tú.

  • Nos responsabilizamos y nos sobre implicamos. En este caso, tendemos a hacernos responsables de tareas que no son responsabilidad nuestra. Y realmente está bien echar una mano, o enseñar a otra persona y acompañarla a hacer algo, sin embargo “hacerlo por ella” es una situación bien distinta. 

“Se me olvidó decirte que mañana tenemos la presentación, ¿te puedes encargar tú de terminarla y revisar todas las partes? A ti se te da mejor estas cosas”.

A veces la ayuda solicitada bajo el paraguas de “tú lo haces mejor” nos termina sobre implicando en tareas que no nos competen, sin programar y además, nos exigimos mejorarlas.

Valorar, establecer límites y diferenciar ayuda versus responsabilidad final será crucial en este caso.

  • Tener el foco situado en cómo nos ven las demás personas en vez de iluminar nuestros motivos y valores. Sobrevalorar las opiniones de otras personas por encima de nuestras decisiones nos conduce a situaciones en las que dejamos de escucharnos y por ende, respetarnos. 

“Qué dirán” “Qué van a pensar” “Voy a quedar fatal” “Y si no vuelven a contar conmigo” “Y si digo que no y piensan que no me implico lo suficiente en mi trabajo”

¿Y qué puedo hacer? ¿Cómo establecer límites al resto en vez de limitarme yo una y otra vez?

El conflicto existe y no podemos caerle bien a todo el mundo, lo que sí podemos hacer es entrenar nuestra capacidad de empatía, respeto y autoconfianza, confiar en nuestra capacidad para resolver conflictos, y defender con firmeza y educación nuestras decisiones.

¿Todo el mundo va a estar de acuerdo? Evidentemente, no. Que nos afecte la opinión de las personas que nos importan, es normal. Que nos sintamos mejor cuando estemos de acuerdo con nosotras mismas, también.

En nuestras redes sociales nos acordamos de esta respuesta de Phoebe Buffay, la inolvidable protagonista de Friends, pero en la vida real no parece una opción tan sencilla, ¿verdad? Quizá el verdadero reto está en conciliar deseos, ideas y actos. Vamos a por ello.

En primer lugar, te animamos a realizar un ejercicio de autorreflexión:

1 – Trata de detectar situaciones en las que consideras que deberías haber establecido límites. Toma nota de estas situaciones en las que te cueste decir que no y examina el contexto.

¿Con qué personas te ocurre? ¿En qué contextos? ¿En el ámbito laboral hay personas con las que no te ocurre? ¿Con quiénes? ¿En qué tipo de proyectos te ocurre con más frecuencia? ¿Te sucede de la misma forma cuando te relacionas por email que en una reunión presencial? ¿Cómo reaccionas en cada caso?

2 – Analiza el pensamiento y la emoción que acompañan a esta situación: lo que piensas y lo que sientes en el momento en que te cuesta decir que no.

¿Qué pensamientos acuden a tu cabeza? ¿Cómo te sientes en ese momento? ¿Qué te estás diciendo? ¿Cómo te hablas, qué tono utilizas contigo? ¿Cómo le hablas a la persona que tienes enfrente?

En este punto, es fundamental entrenar nuestra capacidad para detectar las ideas irracionales y desecharlas. “Si soy una persona valiosa, tengo que ser siempre competente, suficiente y capaz para conseguir todo lo que me propongo”. Aunque eso implique un detrimento en mi desgaste físico y emocional al no establecer límites. Los límites y la valía personal son amigos, se llevan bien, ¡deja de enfrentarlos!

3 – Analiza la intencionalidad de la otra persona y las expectativas que creemos que tiene. ¿Cómo saber si estoy siendo realista? Una técnica a practicar es qué le dirías a tu mejor amiga/o si te contase una situación similar. 

¿Qué creo que espera esa persona? ¿Qué expectativa estoy tratando de cumplir? ¿Qué beneficio me reporta decir siempre que sí? ¿Cómo me hace sentir? 

¿Crees que detectarías si está siendo racional? ¿Le animarías a dejar de exigirse tanto? Prueba a decírtelo a ti.

En segundo lugar, te animamos a entrenar algunas estrategias de comunicación asertiva que hemos preparado en formato infografía, ¡exclusivamente para ti!

Infografía T&T – Estrategias para la comunicación asertiva.

En último lugar, te queremos facilitar una herramienta para practicar nuevos patrones de respuesta cada vez más asertivos.

Cuantas más veces visualicemos posibles respuestas asertivas y diferentes maneras de sentirnos cómodas expresando esas respuestas, más sencillo será ponerlas en práctica cuando las situaciones reales se presenten. Suscríbete a nuestra Newsletter para recibirla de forma totalmente gratuita. 

Si crees que el arte de la estrategia profesional y de la negociación guarda una relación más que directa con tu capacidad asertiva y tu autoconfianza, y piensas que no se encuentra en su mejor momento, las T&T podemos acompañarte a entrenar estas y otras técnicas de comunicación efectivas,

Te deseamos una semana llena de inspiración… ¡y asertividad! 😉

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