T&T Coaching

¿Cómo te hablas a ti misma? Tips para cuidar tu diálogo interior.

¿Qué ha sido lo primero que te has dicho esta mañana? ¿Te has escuchado de forma consciente últimamente? Te acompañamos a descubrir la importancia de un buen diálogo interno. 

Empezar por el comienzo.

El diálogo interno es la conversación interior que todas las personas tenemos con nosotras mismas, es la forma como nos hablamos dentro de nuestra cabeza, aunque en ocasiones también lo hacemos verbalmente.

A través de nuestros pensamientos evaluamos, interpretamos y enjuiciamos lo que nos rodea, los acontecimientos que nos suceden, a otras personas, pero sobre todo a nosotras mismas.

Este diálogo interno influye en las creencias que tenemos acerca de nosotras mismas, del mundo que nos rodea, así como en nuestros estados emocionales o estados de ánimo. Y todo ello condiciona nuestro bienestar y felicidad. Lo creas o no, tu diálogo interno condiciona tu vida de forma muy significativa. 

La persona que más escuchas a lo largo de tu vida eres tú, ¿te has parado a pensar cómo te hablas?

Diálogo interno destructivo vs diálogo interno constructivo

A través de nuestro diálogo interno podemos motivarnos o limitarmos, amarnos o despreciarnos, comprendernos o enjuiciarnos.

Y la verdad es que, en muchas ocasiones, lo que nos decimos acerca de nuestra persona o de lo que nos rodea, es negativo. Esto influye en nuestras creencias acerca de nosotras mismas y nos lleva a estados emocionales que lejos de ser constructivos terminan siendo destructivos.

Un pensamiento negativo genera una emoción negativa y a veces, ni siquiera somos conscientes de ello, simplemente se convierte en una “dinámica acostumbrada”.

Debemos tomar conciencia de que hablarnos constantemente de forma negativa afecta a nuestra autoestima, a nuestras emociones, a nuestras relaciones y a la capacidad de obtener los resultados deseados en nuestra vida.

No se trata de dejar de tener conciencia crítica, se trata de empezar a elegir CUIDAR cómo nos hablamos. 

“Desde que he aprendido a mirar, puedo verme. Solo desde que yo me veo, puedo observar y verte, puedo ver el resto del mundo. Es genial verme, y verte. Es la imperfecta realidad en la que elijo vivir”.

¿Qué tal si lo vemos con un ejemplo? Imagina que una buena amiga o un buen amigo viene a casa a contarte algo:

“La verdad es que tenía muchas ganas de verte para hablarte sobre este nuevo proyecto… siento ilusión y miedo a partes iguales…”

Y tú respondes algo así como:

“Mejor ni lo intentes, vas a fracasar como haces siempre”. “Siempre igual, ¿para qué te metes en estos jaleos?”. “Pues mal vas si empiezas con miedo… para hacerlo así, no lo hagas.”

¿Qué te parece? ¿Esta respuesta se ajusta a la realidad?. Supongo que no, creo que escucharías y contestarías algo más parecido a esto:

“No te preocupes, es normal tener sentimientos encontrados, veo que has pensado mucho en ello, ¡cuéntame más sobre el proyecto!” “Que buena idea, confío en que podrás hacerlo, si puedo ayudarte en algo, cuenta conmigo.”

¿Por qué? Porque quieres y aprecias a esa persona. Tratas de cuidar cómo le hablas. Entonces, ¿por qué te permites hablarte a ti de esta forma?.

Diálogo interno constructivo, el quid de la cuestión.

Tener un buen diálogo interno, implica querernos, respetarnos y confiar en nosotras mismas. Aspectos clave para el bienestar y la satisfacción personal.

La salud de nuestro diálogo interior, el amor con el que nos tratamos, la confianza que tenemos en nuestras capacidades, la motivación que nos ofrecemos, la comprensión que seamos capaces de darnos va a influir de modo significativo en cómo nos relacionamos con nuestra realidad.

Transmitirnos confianza, amor, comprensión, aceptación, motivación, valoración y respeto a través de nuestro diálogo interno es fundamental para una buena autoestima o autoimagen, para tener una buena relación con nosotras mismas y para poder conseguir resultados más positivos en nuestra vida.

Ser realista no está reñido con tener un diálogo interno constructivo.

Es normal sentir dudas, no se trata de que si no dudas lo conseguirás todo, se trata de no dudar de tu capacidad de aprender, de mejorar, de evolucionar o de adaptarnos de forma positiva a las circunstancias

Estas no son capacidades extraordinarias, que solo disfrutan algunas personas, son capacidades que todas las personas tenemos y podemos entrenar a nuestro favor.

¿Cómo puedo mejorar mi diálogo interno?

Podemos mejorar nuestro diálogo interno aprendiendo a reformular nuestros pensamientos y las cosas que nos decimos de una forma positiva, realista y constructiva. Debemos aprender a tratarnos con amor, respeto y aceptación.

Para aprender a reformular nuestro diálogo interno lo primero que hay que hacer es identificar las expresiones o juicios negativos que hacemos sobre nosotras mismas o la realidad. Cuando aparezcan debemos cuestionarlos para intentar reformular dicho pensamiento y expresarlo de una forma más realista, positiva y constructiva. 

Un breve ejemplo: ”O lo hago bien, o no lo hago. Está claro que no lo voy a conseguir.”

Pregúntate ¿quieres hacerlo? ¿qué significa hacerlo bien? ¿qué es lo que quieres conseguir?

Piensa, ¿qué has aprendido en otras ocasiones en las que intentaste hacer algo? ¿cómo podrías aplicarlo a esta situación? ¿qué sentiste al intentarlo?

Con la respuesta que hayas dado, reformula la afirmación inicial. Por ejemplo: ”He aprendido a hacer muchas cosas en mi vida y algunas incluso muy bien, esta tarea/proyecto/idea a la que me enfrento es importante para mí y me está siendo muy difícil empezar. Sé que puedo intentarlo como he hecho en otras ocasiones y aplicar lo que he aprendido, la verdad es que me siento muy bien cuando termino lo que empiezo, aunque no sea perfecto.”

Recuerda que tu no eres tus pensamientos, los pensamientos son un producto de tu mente, por lo que puedes observarlos y modificarlos. Tus pensamientos no te definen, no son quién eres en realidad, pero sí condicionan tu vida cuando te identificas con ellos.

El diálogo interno se desarrolla a lo largo de toda la vida por nosotras mismas, por nuestras experiencias y por las expresiones que escuchábamos a nuestro alrededor, con especial intensidad en la infancia y adolescencia. De hecho en muchos casos si prestamos atención a lo que nos decimos, nos daremos cuenta de que en ocasiones solo repetimos lo que hemos escuchado en otras personas acerca de nosotras y de la realidad.

Si quieres conseguir resultados significativos quizá puedas comenzar por unos tips para empezar a cuidar de forma consciente tu diálogo interior:

  • Revisar cada día tu conversación interior. Y mantener un diario de autoexploración que va a requerir honestidad y coraje.
  • Tratar de reformular las expresiones y pensamientos negativos como hemos visto en el ejemplo anterior.
  • Desarrollar un pensamiento crítico que te ayude a ver las cosas como son, no como nos han dicho que son.
  • Reflexionar acerca de este tipo de pensamientos y de su impacto en tu vida diaria. 
  • Priorizar tratarte con respeto, amor y aceptación.

Esto poco a poco irá originando un cambio positivo tanto en nosotras como en nuestra vida. De hecho aprender a tratarnos de forma positiva, con amor y respeto influirá incluso en las personas de nuestro entorno, como nuestra familia y amistades, puesto que solo podemos compartir y ofrecer a las demás aquello que tenemos (imperfecciones incluidas, por supuesto).

No te vamos a mentir, modificar un diálogo interno muy negativo, instaurado en nuestro interior durante años, es un proceso que lleva tiempo y mucho trabajo, y siempre va a requerir de valentía, honestidad y coraje pero, sin duda alguna, también va a merecer la alegría.

¿Te estás planteando transformar tu diálogo interno para convertirte en tu mejor aliada? No dudes en contactarnos 😉

 Las T&T te deseamos un día lleno de inspiración.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *