T&T Coaching

Fomentar hábitos productivos, why not?

Cualquier método de organización tiene un fin único que es completar nuestras tareas, cumplir objetivos. En T&T nos gusta decir: hacer, haciendo.

Entrenar el hábito de hacer no es tan sencillo como suena por escrito, sobre todo, fomentar el hábito de hacerlo diario, es complicado. Tenemos que estar “peleando” continuamente contra enemigos externos e internos, que a veces nos “atacan” a la vez: las distracciones, la falta de concentración, la incapacidad de delegar, simplificar, invertir energía en tareas que no son esenciales o esa bonita palabra que parece que se ha puesto de moda, ¡la procrastinación al ataque!

Sea por lo que sea, el acto de hacer no sale de forma mágica. Eres tú, soy yo, quienes tenemos que ejecutar este acto. Vamos, que nos tenemos que poner a ello, ¿estamos de acuerdo?

¿Cómo hacerlo? ¿Cuál es la experiencia T&T respecto a los hábitos productivos?

Nos encanta hablar sobre esto… hubo un tiempo en el que ambas socias de T&T comprobamos que nuestro hábito de dispersión estaba apoyado en una vistosa agenda, llena de post it de colores, y anotaciones vivaces. También comprobamos que era insuficiente para fomentar hábitos productivos en nosotras. ¡Era el momento de actualizarse!

Pusimos las “manos en la masa” y tratamos de fomentar algunos recursos inteligentes al servicio de nuestra productividad. ¡Esto es lo que nos funcionó!

  1. Haz para disfrutar. 

Pensar que el resultado de esa tarea te acerca a un objetivo que cumple tu propósito te hará feliz. Además, buscar una razón detrás de la tarea es un potente motivador. Ponerte con una tarea y completarla con más concentración para ir al cine después, o salir con tus amistades, puede darte el empujón que necesitas para ponerte manos a la obra.

  1. Divide y vencerás

¿Te resistes a una tarea porque la ves grande? Divídela a la mitad y luego esa mitad en otra mitad y así hasta descomponerla en parcelas que puedas completar con mucho menos esfuerzo. A base de juntar palabras vamos a terminar de redactar esa tarea que se nos atraganta.

  1. Dibuja tus próximas tareas. 

Conocer por adelantado las tareas que te esperan te prepara, predispone tus sentidos productivos y te ayuda a identificar en qué momentos tendrás que dar lo mejor de ti. Resérvate media hora antes de cada jornada para planificar un “dibujo” completo de las próximas tareas para cumplir tu objetivo ¿preparada para ir deshaciendo ese dibujo?

  1. Llamar a mi madre es más importante que llamar al casero

Pues lo mismo pasa con las tareas. No es lo mismo preparar una calendarización anual que comprobar los likes en el Instagram. Antes de cada tarea párate 10 segundos y valora qué es lo que vas a hacer y cuál es su sentido real. Calibra el impacto real que tiene en tu trabajo y en tus objetivos.

  1. Programa las tareas repetitivas. 

Encontrar el sentido real nos lleva hacia esto: las tareas como llamadas o  mirar el correo electrónico, son tareas que se repiten día a día. Programar esas tareas significa focalizar nuestra energía y creatividad hacia ellas, sin distracciones y con la máxima eficiencia. ¡Voilá! ¡Hechas!

  1. Primero lo más complicado, por favor

Hacer primero la tarea más desagradable, monótona o complicada, es una fórmula de éxito para despejar el resto del día y cargarte de optimismo y energía. Poner esa tarea en su lugar correspondiente y hacerla con total seguridad es lo que le quitará su poder desalentador.

  1. Rompe con tus hábitos.

Cuestiona los hábitos adquiridos ¿Te ofrecen seguridad? Quizá por eso no los rompas. Piensa en ello, ¿qué es lo primero que haces al ponerte a trabajar? ¿Y lo último? ¡Prueba a cambiarlos! Levántate y ponte con esa tarea clave que tienes subrayada o esa que te provoca sudores fríos. Deja las noticias, el Instagram, los comentarios y el resto de informaciones para la mitad de la mañana. ¿Cuál ha sido el cambio? Una tarea completa, seguro. 

  1. Trabaja por «bloques de tiempo». 

Ante casos graves en los que cuesta mucho arrancar y ponerse a hacer las cosas puedes hacer un trato contigo misma. Y comprometerte a cumplirlo: “voy a trabajar 15 minutos, luego paro 3 minutos, luego sigo con otros 20 y paro 5 y así hasta completar una hora”. Prémiate y date las gracias por tu constancia.

  1. ¿Con qué herramientas cuentas? ¡Úsalas!

Herramientas como Trello, te ayudarán a organizar los estados de tus tareas y a hacer partícipe a tu equipo.  Canva, plantillas, nuevas técnicas, trucos y claves de las aplicaciones, incluso atajos de teclado… conviértete en una experta en las funcionalidades del drive y cada tarea te costará menos esfuerzo y tiempo. Aprovecha más y mejor las horas de tu día. 

  1. ¿Multitasking? No, gracias.

La multitarea genera estrés, asfixia la creatividad, fomenta la falta de concentración, nos dispersa y da lugar a retrasos. Volvemos al punto 3, ten a mano tu dibujo de las tareas diarias pero concéntrate solo en hacer las que tocan en este momento.

¿Te animas a encontrar una manera realmente efectiva para entrenar tus hábitos y convertirlos así en productivos? No dudes en contactarnos 😉

 Las T&T te deseamos un día lleno de inspiración.

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